martes, 9 de agosto de 2016

NON BUELVO SIN VENCER

Rinoceronte
Empresa de Alejandro de Médici
[Giovio, 1555: 51; 1556: 37-38; 1558: 43-44; 1559: 49; 1574: 55], [Tasso 1594: 36], [Typot, 1603: 37]

Imagen de la edición de 1559, p.49


"Después de la muerte del Cardenal [1], el Duque Alexandre [2], haviendo tomado por muger, y hechas las bodas, a Madama Margarita de Austria, hija del Emperador Don Carlos, y governando a Florencia con igual justitia grata a los Ciudadanos, principalmente en los casos del dar, y haver; y hallándose próspero, y potente, desseava mostrar su valor, y bondad en la guerra, diziendo, que por alcançar gloria, y defender la parte Imperial havría entrado valorosamente en qualquiera fifficultosa empresa determinando de vencer, o morir. Me pidió un día muy ahincadamente, que le inventasse alguna gentil empresa, para la sobrevesta de las armas según esta significación. Y assí yo le di aquel fiero animal llamado Rhinocerote, enemigo capital del Elefante; que haviéndolo embiado a Roma Don Manuel Rey de Portugal para que combatiesse con él, haviéndolo visto en Provença donde lo desembarcaron, se ahogó en la mar por causa de una gran tormenta, en los peñascos cerca de Portovenere; no siendo possible, que se salvasse, por estar encadenado, aunque sabía muy bien nadar, por la asperidad de los muy altos peñascos, que cría toda aquella costa. Mas con todo esso traxeron su retrato a Roma, con su figura, y tamaño; lo qual fue por el mes de Hebrero, del año del S. MDXVI, con la relación de su naturaleza; la qual según Plinio [3], y assí como lo cuentan los Portugueses, es ir a buscar el Elefante, y combatiéndolo, y hiriéndolo debaxo de la barriga, con un duro, y agudo cuerno, que tiene en la frente, no dexa al enemigo, ni el combate, hasta que no lo ha derribado, y muerto; lo qual las más vezes le succede, quando el Elefante con su trompa no lo ase por la garganta, y lo ahoga, allegándosole cerca. Hizo pues la forma del dicho Rhinocerote en riquíssimas bordaduras de oro, que assí mesmo le servían de cubiertas para sus cavallos bárbaros muy preciados, que corren en Roma, y en otras partes el precio del palio, con un blasón encima en lengua Castellana, que dezía, No Buelvo Sin Vencer. Es a saber no tornaré atrás sin alcançar victoria, según aquel verso, que dize. Rhinoceros nunquam victus ab hoste redit [4]. Y parece que esta empresa le contentó tanto, que la hizo entallar de lavor gravada en el pecto de su arnés". (Diálogo de las Empresas Militares, 1558: 43-44).

El episodio del rinoceronte Ganda es bien conocido. A principios de 1514 el sultán de Khambhat lo había regalado a Alfonso de Alburquerque, gobernador de la India Portuguesa, quien decidió a su vez entregarlo como presente al rey Manuel I de Portugal. Tras un viaje en barco de ciento veinte días el rinoceronte llegó a Portugal en mayo de 1515, causando una gran sensación. El exótico animal fue alojado en la casa de fieras del Palacio de Ribeira, en Lisboa, y el 3 de junio se le hizo participar en una pelea frente a un joven elefante [5]. El revuelo causado en Portugal tras la llegada de Ganda debió de ser monumental. Un tal Valentim Fernandes, mercader moravo, pudo observar al rinoceronte poco después de su llegada, y en junio escribió una carta a un amigo de Nuremberg, donde describía al animal. Por aquellos días una segunda carta de un autor desconocido fue enviada de Lisboa a Núremberg, en la que se adjuntaba un boceto realizado por un artista desconocido. Esta segunda carta y el boceto fueron utilizados por Durero para la ejecución de su famoso grabado del rinoceronte, con una inscripción basada en el texto de Plinio [6].


El Rinoceronte de Durero (1515)


Sobre la misma época Hans Burgkmair realizó un grabado similar en Augsburgo. Sabemos que Burgkmair mantenía correspondencia con mercaderes de Lisboa y Núremberg, pero no está claro si tuvo o no acceso a la carta o al boceto que vio Durero, o si vio él mismo al animal en Portugal. Su imagen es más precisa, omite los añadidos de Durero más extravagantes e incluye los grilletes y la cadena usados para sujetar al rinoceronte.



El Rinoceronte de Burgkmair (1515)


En 1514 Tristao da Cunha fue nombrado embajador del rey de Portugal ante el papa León X. Con objeto de presentar en Roma las nuevas conquistas de Portugal, la embajada portuguesa desfiló por las calles de Roma el 12 de marzo de 1514, en una extravagante procesión de fauna exótica y riqueza de las Indias. El papa había enviado ricos regalos al rey Manuel, y éste respondió con un barco lleno de especias y un espectacular elefante blanco, al que el pontífice había puesto el nombre de Hanno. Dado el enorme éxito del desfile, al año siguiente, con objeto de fortalecer la relaciones con el pontificado, el rey Manuel decidió repetir el espectáculo con el rinoceronte Ganda, cuya fama se extendía como la pólvora gracias al grabado de Durero [7]. 

El viaje en barco del rinoceronte y su posterior naufragio ya lo había referido Giovio en el Elogia virorum bellica (1551: 206; 1554: 264-265), con respecto a las hazañas del explorador y comandante portugués Tristao da Cunha. El rinoceronte, adornado con un collar de terciopelo verde decorado con flores, embarcó en diciembre de 1515 junto con otros obsequios preciosos, como láminas de plata y especias. A principios de 1516 el buque pasó cerca de Marsella, donde se detuvo para que el rey Francisco I de Francia pudiera ver al animal. Tras reemprender su viaje, en febrero de 1516, el barco naufragó en la costa de Liguria. El rinoceronte, encadenado y sujeto por grilletes a la cubierta, fue incapaz de nadar hasta la costa para salvarse y murió ahogado. Recuperado su cadáver, su piel fue enviada de vuelta a Lisboa, donde fue rellenada de paja. El animal, ya disecado, fue enviado de nuevo a Roma, a donde llegaría en febrero de 1516. Artistas renacentistas como Rafael Sanzio y su alumno Giovanni da Udine pudieron contemplarlo en la exposición, antes que desapareciera misteriosamente hacia la década siguiente, quizás durante el pillaje y los incendios del Saco de Roma de 1527 [8].

Grabado de Enea Vico para Antonio Salamanca (1548)


Copia de David Kandel del grabado de Durero para la edición latina de la Cosmographía de Munster (Basilea, 1552)



Juan Lorenzo Palmireno trabajaba en unos comentarios al Diálogo de las Empresas, publicadas por Paulo Giovio en 1555, y de las que dejó unos apuntes manuscritos, cuando publicó en griego los Jeroglíficos de Horapolo [9]. En la portada de su obra colocó una empresa, cuya imagen no era otra que el rinoceronte de Durero, acompañado por el mote: "In silentio et in spe erit fortitudo. Esa. XXX" ("En el silencio y en la esperanza estará vuestra fortaleza. Isaías, 30"), y esta misma imagen fue la que utilizó Giovio para la empresa de Alejandro de Médici que apareció en la edición de 1559, sin que podamos discernir quién copió a quién. 



El diseño de la empresa, basado en el grabado de Durero, se mantuvo en la edición de 1574 

La fuerte pugna entre el rinoceronte y el elefante por los lugares de pasto, que dista mucho de ser real, figuraba ya en Artemidoro (en Estrabón, XVI, 4, 15 [C 774/775] y Agatárquides (Sobre el Mar Rojo, 71 [Focio, Biblioteca, cod. 250, 455 a-b]), descrita luego por Plinio (VIII, 72), Diodoro Sículo (III, 35, 2-3), Opiano (Cinegética, 2, 551), Eliano (XVII, 44) y Solino (Mem., 30, 21).

"Sería inoportuno describir la estampa del rinoceronte, porque griegos y romanos lo conocen por haberlo visto. Pero no hay nada malo en describir las características que presenta su género de vida. Tiene un cuerno en el extremo de la nariz y de ahí le viene el nombre. Este cuerno es de punta muy buida y tiene la dureza del hierro. Además, lo afila en las rocas y luego atacará a un elefante frente a frente, si bien en otros aspectos no puede competir a causa de la altura y la enorme fuerza de aquél. Se mete, pues, bajo las patas del elefante, con el cuerno acuchilla y desgarra su vientre y en poco tiempo el elefante se desploma por efecto de la hemorragia. El rinoceronte entabla combate con el elefante por la posesión del pasto y acontece que se puede uno encontrar con muchos elefantes muertos de la manera dicha. Pero si el rinoceronte no se apresura en obrar como dije, sino que es aplastado al meterse debajo, el elefante enrolla en torno a su cuerpo la trompa, lo retiene fuertemente, lo arrastra hacia sí, cae sobre él y, empleando sus colmillos a guisa de hachas, lo descuartiza. Porque, aunque el rinoceronte tiene una piel dura hasta el punto de que no puede atravesarla una flecha, la fuerza de su atacante es grandísima" (Eliano, Historia de los animales, XVII, 44. 1984: 305-306).

Elephantographia curiosa, 1723, p.120

Con todo, la idea central del emblema es la valentía y coraje del rinoceronte, que expresa Giovio a través de la expresión Rhinoceros nunquam victus ab hoste redit, en alusión a un epigrama que aparece en el Libro de los espectáculos de Marcial [10], donde un rinoceronte en plena pelea, ya cansado, parece decepcionar al público que lo contempla abatido; pero el animal, recuperando el aliento, carga de nuevo contra un oso, dos novillos, un búfalo y un bisonte, haciendo retroceder a un despavorido león, en el momento en que ya es abatido por las flechas.


Torcuato Tasso la menciona en su Dialogo dell´Imprese: "La empresa del Rinoceronte fue llevada por el Duque Alejandro, con el mote Non buelva sin´ vencér, pero como dicen, es figura del hombre robusto" (1594, p.36), y Typot, que sigue en todo a Giovio, la incluye en el tercer libro de sus Símbolos, con un mote en latín que reza "Non recedo nisi vincam":

"Alexander iste, cum Margaretham Austriacam Imperotoris filiam duxisser in uxorem, ac Thusciam aequissime regeret, Seque optima corporis constitutione praeditum animadverteret; voluit rebus bellicis se clarum reddere, ac gloriae causa, pro parte Imperatoris se quodvis periculum subire, imo vel vincere vel occumbere velle, narrabat. Ad hunc scopum cum Hierographiam quaereret, nulla hac aptior visa fuit: Rhinoceros enim ad pugnam adnatis armis instructum animal, Elephantem aggredi solet, ventremque tanquam caeteris partibus molliorem cornu, quod in fronte vel tergo habet, petit, eo animo, ut non decedat a pugna, nisi elephantem prostraverit, et interfecerit. Ob id convenit Symbollum Glyphe, NON BUELVO SIN VINCER, hoc est, non recedam nisi vincam, Rhinoceros enim (ut ait poeta) nunquam victus ab hoste recedit".

==========
[1] Silvio Passerini (1469-1529), regente de Florencia durante las ausencias del duque Alejandro de Médicis.
[2] Alejandro de Médici (1510-1537), nombrado primer Duque de Florencia el 27 de abril de 1532 y casado con Margarita de Austria, hija ilegítima del Emperador, el 29 de febrero de 1536, fue asesinado poco tiempo después, el 6 de enero de 1537, por su primo Lorenzino de Médici.
[3] Plinio, VIII, 72: El rinoceronte es enemigo natural del elefante, "buscando en el combate sobre todo el vientre, que sabe que es más blando" (2007: 87)

[4] "El rinoceronte nunca regresa vencido por el enemigo".
[5] Para ver si era cierto el relato de Plinio. El combate fue un fiasco, pues el joven elefante huyó despavorido.
[6] "En el primero de mayo del año 1513, el poderoso Rey de Portugal, Manuel de Lisboa, trajo semejante animal vivo desde la India, llamado rinoceronte. Esta es una representación fiel. Tiene el color de una tortuga moteada, y está casi completamente cubierto de gruesas escamas. Es del tamaño de un elefante, pero tiene las patas más cortas y es casi invulnerable. Tiene un poderoso y puntiagudo cuerno en la punta de su nariz, que afila en las rocas. Es el enemigo mortal del elefante. El elefante se asusta del rinoceronte, pues, cuando se encuentran, el rinoceronte carga con la cabeza entre sus patas delanteras y desgarra el estómago del elefante, contra lo que el elefante es incapaz de defenderse. El rinoceronte está tan bien acorazado que el elefante no puede herirle. Se dice que el rinoceronte es rápido, impetuoso y astuto".
[7] Y del que el propio pontífice tenía un ejemplar: "El Rhinocerote es un animal quadrúpede, bestia fiera, que tiene sobre la nariz un cuerno retorcido, gruesso, y no muy largo; pero reforçado con otro pequeño pegado a él en su raiz y nacimiento. [...] Al Papa León décimo embió el Rey de Portugal retratado en un lienço un Rhinocerote que le avían traýdo de la India por cosa muy rara" (Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua, "Bada") 
[8] Sin despertar la misma expectación que el animal vivo desató en las calles de Lisboa, la llegada del animal disecado a Roma fue todo un acontecimiento. Los dibujos de este rinoceronte disecado fueron muy apreciados por Francisco II Gonzaga (1466-1519), gobernador de Mantua, fascinado por la llegada de este impresionante animal a Roma. En marzo de 1516 pidió a Carlo Agnelli (1480-1528) que le proporcionase un retrato del "rinoceronte que manda a N.S. el Rey de Portugal, lo más parecido y lo más natural que sea posible, de pequeño tamaño, pero con las medidas justas de altura y longitud". Agnelli pudo conseguir el dibujo solicitado, del cual decía Federico II Gonzaga, hijo de Francisco, que había visto al animal durante su breve parada en Francia, que era el más convincente de los varios dibujos que había recibido de Roma (al menos uno procedente del mantuano Amico Maria della Torre).
[9] Oroy Apollonos Nielooy Ierogluphica (Valencia, 1556)
[10] Marcial, Espect., 26 (22), "A Carpóforo": "Mientras los temblorosos domadores provocan a un rinoceronte y se concentra durante un tiempo la ira de la gran fiera, [...] al fin volvió su antes reconocida furia". cf. Espect. 11 (9), "Lucha entre un rinoceronte y un toro". v. Marcial, 2001: 6 y 12.